Linaza
La Linaza además de tener propiedades gastroprotectoras,
ayuda a controlar los niveles de triglicéridos en sangre y puede ayudarnos a
eliminar el acné gracias a su acción antibacteriana.
Las semillas de linaza son muy conocidas en todo el mundo y,
de hecho, en la actualidad están siendo consumidas por millones de personas que
han tomado la decisión de aprovechar sus propiedades.
Son originarias de la planta de lino, cuyo cultivo se
realiza en varias regiones de clima templado en el mundo, aunque las más
famosas provienen de Canadá, ya que el clima frío favorece la concentración de
ácidos esenciales y aceites.
Hasta hace algunos años se desconocían gran parte de las
cualidades que tienen para la salud general del cuerpo, pero, gracias a varias
investigaciones y muchos testimonios, en la actualidad no hay duda de sus
beneficios y de todo aquello que pueden aportar.
Básicamente, las semillas se están utilizando como
ingrediente de ensaladas, galletas o jugos, entre otros; sin embargo, tras
confirmar la eficacia de sus nutrientes, se determinó que también pueden ser un
gran aliado para todo lo relacionado con la belleza.
Aunque estas semillas se pueden comer solas o como añadido
en varios platos, una de las formas más populares de aprovechar al máximo todas
sus propiedades es mediante la preparación de la popular “agua de linaza”.
Consiste en una bebida natural elaborada a partir de la
infusión del lino, a la que, por lo general, se le agrega un poco de limón para
incrementar sus virtudes y conservarla mejor.
Beneficios del agua
de linaza
Las semillas de lino son una fuente interesante de fibra,
ácidos grasos omega 3 y compuestos antioxidantes que apoyan el funcionamiento
celular del organismo.
Debido a estas cualidades nutricionales, el consumo regular
de su agua puede contribuir a mejorar la salud previniendo y tratando diversas
patologías.
Por ser una fuente vegetal de ácidos grasos omega 3 y
mucílagos, ingerirla resulta beneficioso para controlar los niveles de
colesterol y triglicéridos, en especial en aquellas personas que han recibido
diagnósticos de valores altos.
Gracias a esta virtud y a su efecto anticoagulante, también
resulta adecuada para mejorar la circulación, disminuir la presión arterial y
regular el proceso inflamatorio del cuerpo que es una de las principales causas
de afecciones cardíacas.
La linaza tiene un elevado contenido de mucílagos, fibra
soluble que apoya la regulación de la glucosa de la sangre.
Además, aporta ácido alfa linoleico, nutriente que no cura
la diabetes pero que influye en la disminución de los requerimientos de
insulina del paciente.
Favorece la digestión: La fibra y las enzimas digestivas son
las responsables de este importante beneficio. Gracias a ellas se puede
prevenir el estreñimiento, la acidez, los gases y otras dificultades
estomacales que afectan con regularidad a las personas.
Actúa como un tónico calmante, ideal para disminuir los
síntomas de la gastritis y la indigestión. Además, tiene un efecto
gastroprotector que ayuda a prevenir las enfermedades crónicas de este sistema.
Fortalece el pelo: Por su importante aporte de vitaminas del
grupo B y vitamina E se puede aplicar sobre el cabello para reforzarlo y
combatir la caída.
Sus aceites esenciales, sumado a los antioxidantes y la
fibra, estimulan la circulación para acelerar su crecimiento y reducir
problemas como la resequedad.
Por si fuera poco, es un gel natural para controlar el
frizz, actúa como un hidratante natural del cuero cabelludo y le proporciona un
brillo espectacular.
Cuida la piel: Para una piel hermosa y tersa se puede
utilizar de las dos formas: ingiriéndola y mediante su aplicación tópica.
Sus mucílagos y pectina tienen una acción suavizante y
antibacteriana que contribuyen a reparar y proteger la piel de diferentes
afecciones.
Entre sus principales virtudes para el cuidado de la piel
cabe destacar:
Alivia la psoriasis y el eczema.
Actúa como un calmante contra las quemaduras.
Limpia el cutis y elimina impurezas.
Previene el envejecimiento prematuro.
Tonifica y ayuda a cerrar los poros.
Contribuye a reducir el exceso de grasa y el acné.
La linaza también reduce el colesterol y las molestias
físicas de la menopausia; cuida el corazón; combate la inflamación, la
gastritis, la diverticulitis (en etapa temprana), la arterosclerosis, los
quistes ováricos y el cáncer de mama.
Contraindicaciones
Se ha comprobado que el aceite de linaza interacciona con
algunos medicamentos; principalmente con los usados para tratamientos
hormonales, controlar la diabetes y adelgazar la sangre.
También se ha visto que algunas personas tienen reacciones
alérgicas cuando la consumen y que en dosis excesivas puede subir los niveles
de cianuro en la sangre, provocando envenenamiento.
Ante esto, como cualquier otro suplemento alimenticio o
medicamento, consulta con tu médico antes de consumirla.
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