Los profesionales de la salud
recomiendan que consumamos a diario frutas y verduras frescas, que ayudan, por
ejemplo, a que las arterias no se obstruyan con grasas saturadas de proteínas;
un consejo que previene un alto número de afecciones cardiovasculares. Hay
quienes llegan a decir, incluso, que el secreto de la inmortalidad radica en
una alimentación basada fundamentalmente en frutas y vegetales.
Si creemos que jamás podrá
gustamos el zumo de espinacas, no hace falta que lo probemos; No se trata de
obligarse a ingerir unos alimentos considerados sanos, es tan solo que
disfrutemos del delicioso sabor que pueden tener las combinaciones de frutas y
verduras. El hecho de que resulten beneficiosas para nuestra salud es meramente
algo añadido a sus numerosas virtudes.
Lo más importante es que estas
bebidas son riquísimas y muy fáciles de preparar, que nos permiten consumir
productos frescos en su estado básico, con todos sus nutrientes intactos.
Somos el resultado
de lo que comemos. Hipócrates decía que cada una de las sustancias de la dieta
de una persona actúa en su cuerpo y lo cambia de alguna manera, y precisamente
de ello depende su vida entera y su estado de salud.
Cuando exprimimos una fruta o una verdura
conseguimos algo distinto, puesto que dejamos la fibra y la pulpa de la fruta
en el exprimidor o en la licuadora. De esta forma, eliminamos los nutrientes
básicos de la fruta o de la verdura, las vitaminas, los minerales, los
azúcares, las féculas y las enzimas. Está bebida puede ser absorbida rápida y
fácilmente por el cuerpo, sin tener que preocuparnos por la digestión de la
pulpa. Casi todas las frutas y verduras son apropiadas para exprimirlas, si
bien algunas verduras, como por ejemplo el brécol o la coliflor, resultan más
bien amargas y son más agradables al paladar una vez se han mezclado con un ingrediente
más dulce, como el zumo de la zanahoria o de la manzana.
Un vaso de zumo fresco, sabroso y de un color vivo
se nos hace difícil de resistir. Un zumo recién exprimido normalmente no tiene
nada que ver con uno de tetrabrik o de botella. Los zumos naturales son más
cremosos: una naranja recién exprimida tiene casi el mismo color que un
melocotón, porque el zumo con tiene parte de la pulpa.
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